
nuestro equipo
La Funga es un proyecto de cultura fungi
Somos ingenieras químicas y nos dedicamos al cultivo de hongos, la elaboración de extractos de hongos medicinales, el dictado de talleres de autocultivo y a la divulgación de las propiedades medicinales de variados hongos.
Trabajamos en red con profesionales de la salud especializados en medicina integrativa.
Todos nuestros elaborados están hechos mayormente con productos locales, de origen natural y sin derivados de origen animal, y son producidos en nuestro lab en Buenos Aires, Argentina. Hacemos envíos a todo el país.
nuestra historia
La Funga nació de una búsqueda compartida: hacer algo con sentido.
Cecilia Carrillo Pinto y Roxana Ercolini fundaron La Funga en plena pandemia, luego de años de amistad y de haber compartido otra vida profesional en una industria totalmente distinta. Durante el encierro, ambas sintieron el llamado a cambiar de rumbo. El trabajo que hacían ya no las motivaba, y empezaron a preguntarse qué querían construir juntas. Buscaban un proyecto que las apasionara y, al mismo tiempo, generara un impacto positivo en las personas y el ambiente.
Al principio, no tenían ninguna relación con los hongos. Como muchas personas, sentían cierta desconfianza o desconocimiento sobre el reino Fungi. La chispa llegó cuando una amiga les compartió un taller de cultivo de gírgolas dictado por Florjan Cagam. A partir de esa experiencia, se encendió la curiosidad y todo empezó a cambiar.
“No sabíamos nada de hongos, pero sabíamos que queríamos hacer algo que nos transformara. Cultivar nos dio eso: propósito, comunidad y conexión con la tierra.”
Formadas como ingenieras químicas, encontraron en ese camino una síntesis entre el conocimiento técnico y el deseo de experimentar desde lo cotidiano. Comenzaron cultivando gírgolas, motivadas también por su alimentación vegana y vegetariana, y descubrieron el potencial nutritivo de algo que podían producir con sus propias manos.
Con el tiempo, la investigación se amplió y el deseo de compartir lo aprendido las llevó a explorar el cultivo de Psilocybe cubensis (cucumelo) y otras especies como el reishi o la melena de león. Lo primero fue la experiencia personal, luego la certeza: esto tenía que circular. Así nacieron los talleres, los espacios de intercambio y la comunidad.
Hoy La Funga es mucho más que un proyecto de cultivo. Es un espacio de divulgación, aprendizaje colectivo y conexión con una red micelial que crece y se fortalece con cada encuentro. Desde talleres virtuales y presenciales hasta instancias para reflexionar sobre la historia y el uso de los hongos en distintas culturas, seguimos creando puentes entre saberes, experiencias y territorios.