Los adaptógenos son sustancias naturales que ayudan al cuerpo a contrarrestar los síntomas del estrés físico, mental y emocional. No actúan sobre un síntoma específico, sino que trabajan restaurando el equilibrio general del organismo (homeostasis).

Los hongos adaptógenos como el Reishi, la Melena de león, el Cordyceps y la Cola de pavo son adaptógenos porque actúan sobre el sistema endórcino, inmune y nervioso y lo hacen de manera acumulativa, regulando el metabolismo del cuerpo para lograr cambios profundos. Su uso regular promueve resiliencia, equilibrio y bienestar integral.

Cada hongo tiene un perfil único de beneficios. Todos nuestros adaptógenos ayudan reducir el estrés crónico y recuperar el equilibrio del cuerpo. Algunos de ellos tienen características específicas y lo hacen desde diferentes maneras:

• Reishi: Apoya el sistema inmune y mejora la calidad del descanso.
• Melena de león: Favorece la regeneración neuronal, mejora la memoria y la concentración y actúa como prebiótico mejorando la salud intestinal.
• Cordyceps: Aumenta la energía física (vigorizante natural), mejora la oxigenación celular y es un gran aliado para el sistema respiratorio.
• Cola de pavo: Refuerza las defensas, modula la inflamación y equilibra la microbiota intestinal.

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Las propiedades del hongo son las mismas en todas sus presentaciones. Lo que cambia es el formato, la forma de absorción y su adecuación a cada estilo de vida, todos son de tratamiento y requieren constancia para notar sus efectos:

• Extractos: Son hidroalcohólicos (30% alcohol), el hongo seco pasa por un proceso de doble extracción (alcohólica y acuosa) para asegurar la máxima disponibilidad de compuestos activos. Suelen ser de más rápida absorción.
• Cápsulas: Contienen hongo seco molido. Son aptas para quienes no consumen alcohol y ofrecen en muchos casos mayor practicidad.
• Polvo: También es hongo seco. Es ideal para quienes quieren integrarlo en comidas o bebidas. Puede tener un sabor más presente.

En ese caso, es probable que los extractos se absorban mejor que las cápsulas o el polvo, ya que no dependen del sistema digestivo para liberar los compuestos activos.
De todos modos, cada cuerpo es distinto. Podés probar y ver cómo te sentís, o consultarnos para orientarte.